Un grupo inversor internacional acababa de adquirir una participación mayoritaria en una compañía del sector auxiliar de la construcción. Tras su llegada a la empresa nombran un nuevo comité de dirección, manteniendo al actual director comercial es su puesto.
Después de casi un año y tras haber establecido nuevas políticas y controles en la organización, empiezan a detectar la perdida de algunos importantes clientes en una determinada zona de España.
Empieza a sospechar que quizás alguien internamente está filtrando información a empresas competidoras. Las principales sospechas se centran en el director comercial. Es un gran conocedor del mercado, viaja mucho, y su actividad es difícilmente controlable por la dirección. Además, parece tener su vida personal bastante descontrolada.
Acuden a nosotros con el objetivo de poder verificar si sus sospechas son ciertas.
Tras varias semanas de seguimiento, pudimos verificar que el director comercial se reunía de manera habitual con un antiguo delegado comercial, que actualmente era el director regional de una empresa competidora. Llegando incluso a reunirse en varias ocasiones en las propias instalaciones de la empresa competidora.
A través de nuestro forensic pudimos averiguar que la mayor parte de los clientes que había perdido en los últimos meses estaban trabajando con los materiales fabricados por la empresa competidora. También pudimos verificar que muchos de los gastos presentados a la empresa cliente como gastos de representación, eran en realidad gastos personales que el director comercial cargaba a la empresa, muchos de los viajes que decía realizar, en realidad no se hacían.
La pérdida de facturación con esos clientes se estimó que superaba en los últimos seis meses el millón y medio de euros.