E l elemento diferenciador en la gestión del fraude interno es disponer de un sistema integral que aglutine alertas y controles (cuadro de mandos), así como la dotación necesaria de recursos humanos con un elevado grado de “expertis”.
Por lo tanto, el cuadro de mandos pasaría a ser el motor de la Gestión del Fraude Interno, y del que podríamos destacar 5 fases:
1ª fase: Creación de Alertas y Controles.
2ª fase: Creación del Cuadro de Mandos.
3ª fase: Generador de información.
4ª fase: Revisión.
5ª fase: Análisis.
Una correcta gestión integral del fraude interno nos permitirá prevenir, detectar y dar respuesta a los fraudes y conductas impropias en la empresa, instaurando un ambiente de control dentro de la organización. El principal objetivo debe focalizarse en la prevención y en la detección precoz de los fraudes, siendo un componente básico para la lucha contra el fraude la cultura y valores empresariales.
¿Cómo podemos detectar el fraude? – Algunas señales de fraude:
- Pagos duplicados.
- Descuadres sistemáticos en las existencias.
- Quejas de clientes.
- Cancelaciones inusuales de cuentas por cobrar.
- Gastos o reembolsos irracionales.
- Faltantes o sobrantes de caja.
- Operaciones no autorizadas, operaciones registradas incorrectamente, u operaciones no registradas de manera completa y oportuna.
- Pagos significativos o inusuales por servicios no especificados.
- Comisiones excesivas con respecto a lo habitual.
- Irregularidades en documentos.
- Vínculos familiares, de interés o de favor en las contrataciones.
- Facturaciones de dietas y desplazamientos ficticias