Si bien es cierto que en los últimos años el número de ciberataques no ha dejado de crecer, existen determinados factores, como la pandemia o la extensión del teletrabajo que, según los expertos, han contribuido a que en 2021 se hayan producido unos 40.000 ciberataques diarios, un 125% más que el año anterior. Ahora, en plena guerra entre Rusia y Ucrania, ese riesgo se ha incrementado de nuevo.
Como apunta El País, «desde que se inició la invasión de Ucrania, han sufrido este tipo de ataques compañías de infraestructuras críticas como Iberdrola, entidades públicas como la Policía Nacional o la Agencia Tributaria, tecnológicas como Microsoft y Apple, así como la gran mayoría de bancos españoles (BBVA, Santander, Caixabank, Sabadell Liberbank), entre otros». Pero no son el único objetivo de la ciberdelincuencia: «En Rusia, hay organizaciones que se dedican al cibercrimen y aprovechan cualquier conflicto para incrementar los ciberataques», explica Cristina Cajigos, ejecutiva de cuentas de Grupo Paradell Technologies, consultora especializada en riesgo digital y corporativo.
En declaraciones al citado medio, Cajigos también destaca la importancia de la prevención y la formación como medios idóneos para hacer frente a este tipo de acciones delictivas, ya que «el 90% de los ciberataques en las pymes viene por un fallo humano que está fuertemente vinculado a la concienciación y al clima laboral», recuerda.
Cuestionada por los pasos a seguir para mitigar el daño, nuestra compañera apunta a la necesidad de detectar el origen del ataque, así como las vulnerabilidades para poder solucionarlas, e informar a la Agencia de Protección de Datos en caso de perder datos críticos. «Si preparas la infraestructura para la detección de intrusiones, tienes backups descentralizados con los datos críticos, un plan de recuperación de desastres y un plan de continuidad de negocio, el tiempo de reacción será más corto y el impacto del ciberataque mucho menor«, concluye.