En el fascinante mundo de la propiedad industrial, resguardar nuestras ideas (o activos intangibles) se convierte en una odisea legal que abarca desde el registro de marcas hasta la defensa contra posibles infracciones. Este proceso, aparentemente sencillo, se complica durante la vida de estos activos, surgiendo la necesidad de una pareja dinámica: el abogado especializado y el discreto detective.
Activos intangibles: ¿Cuándo la figura del detective se vuelve trascendental?
La realidad es que, el detective, lejos de ser una figura secundaria, desempeña un papel crucial en los procesos jurídicos. Actuando bajo el marco legal de la Ley de Seguridad Privada, este profesional es esencial para recopilar información sensible que respalde las demandas presentadas ante los Tribunales de Justicia, añadiendo un componente tangible a la seguridad jurídica ofrecida por el registro.
Altibajos en la vida de nuestros activos intangibles: Más allá de la protección inicial
¿Quién no ha pensado en algún momento que, simplemente con el registro del activo se otorga una protección integral durante todo el tiempo de vigencia? Lo cierto es que, durante la vida de nuestros activos protegidos, podemos enfrentar diversas situaciones.
Un escenario común es el enfrentamiento con terceros que intentan registrar marcas similares durante la vigencia de la nuestra. En este juego estratégico, el detective se convierte en el aliado que compila pruebas para demostrar la continuidad del uso de la marca registrada en el mercado. Sin embargo, las sorpresas no terminan ahí; cuando somos la parte demandante por toparnos con una marca registrada por un tercero muy parecida a la misma o idéntica y queremos saber su uso comercial en los últimos 5 años, el informe del detective respalda nuestra solicitud de caducidad y el registro de nuestra propia marca, aportando un valioso peso jurídico.
Por supuesto, no podemos olvidar el escenario de las falsificaciones, una amenaza masiva que atenta contra los derechos de propiedad industrial. La verificación de estas situaciones permite a los titulares de los intangibles infringidos abordar estas situaciones con la máxima seguridad jurídica.
Desbloqueando el misterio de los infractores: la importancia de la figura del detective
En el complicado ajedrez jurídico, los requerimientos son herramientas habituales para proteger los intangibles, pero ¿qué sucede cuando los infractores son desconocidos o ilocalizables? Aquí es donde la figura del detective vuelve a tomar protagonismo, utilizando ingeniosas metodologías para identificar a los infractores y evitar la parálisis de procesos administrativos o judiciales.
Llegados a este punto, podrías estar preguntándote: “De acuerdo, los detectives abarcan todos los asuntos relacionados con la propiedad industrial e intelectual, pero ¿qué ocurre con la Competencia Desleal y la Revelación de Secretos? La respuesta a esta pregunta es que, pese a no ser englobados en la propiedad industrial e intelectual, la Competencia Desleal y la Revelación de Secretos son materias hermanadas a la propiedad industrial y, por tanto, los abogados de propiedad industrial pueden trabajar estos asuntos, así como los detectives pueden esclarecer los hechos del mismo modo.
En definitiva, el tándem del abogado y el detective es una combinación efectiva para proteger de manera integral los activos intangibles que ya hemos registrado y, contar con detectives especializados en esta materia garantiza la tranquilidad para los titulares, así como una ventaja estratégica a la hora de tomar decisiones.