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Por qué debes defender tu marca ante el auge de las falsificaciones

Por qué debes defender tu marca ante el auge de las falsificaciones

Grandes organismos como la Oficina de la Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO) y la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) llevan tiempo alertando de la preocupante coyuntura que muchos países, incluido España, están pasando en relación al comercio mundial de productos falsificados y pirateados.

Según un informe de la EUIPO de 2019 previo a la pandemia, las marcas afectadas en España pierden más del 10% del volumen total de sus ventas debido a los productos falsificados, lo que se traduce en más de 6.700 millones de euros, y la destrucción de 54.000 puestos de trabajo. Este impacto económico, empresarial y social de las falsificaciones llega a elevarse a los 60.000 millones de euros en toda la Unión Europea, además de los 15.000 millones de euros anuales que se pierden en ingresos fiscales y contribuciones a la Seguridad Social.

“Las marcas están viviendo una verdadera revolución impulsada por el mercado global y el impacto de las nuevas tecnologías en los procesos de producción, distribución y consumo. Por ello, no deben renunciar a defender y proteger sus intangibles ante la Justicia porque sí pueden combatir las falsificaciones trabajando con expertos, tanto desde el plano offline con la investigación llevada a cabo por detectives, como online con la actuación de peritos informáticos especializados”, afirma Eva Aparicio, Directora de Desarrollo de Negocio de Grupo Paradell, consultora especializada en la lucha contra el riesgo digital y corporativo a nivel global.

¿Cómo puede probarse ante la Justicia?

No solo basta con registrar una marca en la oficina de patentes del país en cuestión, sino que es necesario ir más allá y monitorear el mercado en busca de productos falsificados mediante herramientas de rastreo que permitan hacer un seguimiento de la actividad de su marca y alertarle sobre posibles falsificaciones que puedan probarse posteriormente ante la Justicia.

Tanto es así que la falsificación de marcas es perjudicial para las empresas legítimas desde distintos ángulos. En primer lugar, puede afectar negativamente a las ventas y a la reputación de la marca. Los consumidores confían en la calidad y la integridad de las marcas de renombre, y la existencia de productos falsificados puede socavar esa confianza. Además, la venta de productos falsificados puede reducir la demanda por los productos auténticos, lo que a su vez puede afectar a las ganancias de la empresa.

En resumen, proteger su marca contra los falsificadores requerirá una combinación de medidas de protección legal, monitoreo del mercado y colaboración con distribuidores y autoridades. “Una estrategia sólida y una actuación eficaz de los profesionales correctos puede ayudar a que una reputada marca siga siendo respetada y valorada por sus clientes, lanzando un mensaje de blindaje en este sentido al mercado y a los infractores”, afirman desde Grupo Paradell, que cuenta con más de 20 años de experiencia en este tipo de actuaciones.

La falsificación de marcas tendrá consecuencias legales graves para las empresas y los individuos involucrados. Muchos países poseen ya leyes contundentes que prohíben la producción y venta de productos falsificados, y las empresas y los individuos que infringen estas leyes pueden enfrentarse a multas y sanciones penales graves.

Además, uno de los puntos clave para optar por invertir en este tipo de actuaciones es que es muy habitual que dentro de estos gastos de investigación se incluyan los gastos de detectives, los gastos por las posibles compras realizadas para probar el fraude, o los que origine el levantamiento de actas notariales, por ejemplo. En definitiva, todos aquellos gastos que haya sido necesario realizar para poder demostrar de manera fehaciente la violación del derecho de marca podrán ser devueltos dentro del concepto de indemnización a la que estarían obligados a responder los infractores por los daños y perjuicios causados a los titulares de las marcas.

“Aunque es difícil erradicar completamente la falsificación de marcas, hay medidas que las empresas pueden tomar para protegerse y luchar contra este problema”, recuerda Aparicio, experta en la materia y encargada de coordinar las investigaciones a nivel nacional e internacional desde Grupo Paradell.

España, uno de los principales países de la Unión Europea en falsificaciones

Las marcas no deben mirar para otro lado. La falsificación de marcas es un problema creciente en todo el mundo. España está en lo alto de la lista de países de la Unión Europea con mayor número de casos de falsificaciones, tan solo por detrás de Alemania, Bélgica e Italia, y se centran en autonomías como Andalucía, la Comunidad Valenciana y la Comunidad de Madrid.

Las falsificaciones imitan los productos originales de una marca copiando el diseño y el nombre de estos productos sin la autorización del titular de la Propiedad Intelectual. Con ello, los falsificadores infringen los derechos de autor, de marca comercial o de patente y, especialmente sectores como el textil, complementos, calzado y cosméticos son los más perjudicados.

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