Protegerse frente a lo desconocido es determinante cuando estamos hablando a la máxima persona responsable de la gestión y dirección administrativa de una empresa. De ahí que la palabra ciberriesgo esté, actualmente, quitando el sueño a los CEOs de las compañías españolas y de más allá de nuestras fronteras. Así lo constata la 25ª Encuesta Mundial de CEOs que revela que los ciberriesgos preocupan al 62% de los CEOs españoles y también es el principal riesgo para los CEOs mundiales: el 49% reconoce que es la amenaza que más les inquieta.
De esta forma, la ciberseguridad, seguido de los riesgos sanitarios y la volatilidad del entorno macroeconómico es lo que más preocupa a los máximos mandatarios de las empresas a nivel mundial. Por sectores: el financiero es el que más inquieto se muestra por los ciberdelitos y los líderes de la industria manufacturera y de consumo, por el contrario, muestran una menor preocupación por los ciberriesgos, pese a que es uno de los sectores con más volumen de ciberataques.
Además, prueba de que este asunto no es baladí ni fruto de la casualidad, también el informe Global CEO Outlook concluyó que estas amenazas generan un alto grado de preocupación en las altas esferas de las compañías, pero también muestra su poca preparación ante las mismas: solo un 20% de los CEOs españoles afirmó sentirse totalmente preparado para responder a las ciberamenazas.
“El CEO siempre es el máximo responsable de los riesgos de una empresa, pero nunca pueden eliminarse al 100%. Sin embargo, un riesgo sí puede convertirse en una oportunidad y podemos estar preparados para los vaivenes del mercado”, asegura Cristina Cajigos, Key Account Manager de Grupo Paradell, consultora especializada en combatir el riesgo digital y corporativo. Ante esta realidad, tratar de ir por delante es posible y las herramientas para minimizar riesgos las da la correcta implementación de estrategias de Inteligencia Económica.
En este punto, tener un programa de gestión de riesgos va a permitir a la compañía trabajar con eficacia y ser más competitivos. “Por este motivo las crisis son el fin para unos y una gran oportunidad para otros. Cada vez es más importante hacer auditorías periódicas para tener conocimiento de qué grado de vulnerabilidad tiene nuestro sistema y qué probabilidad tenemos de ser ciberatacados para estar preparados y que no suponga el cierre de los negocios o la merma de la competitividad”, advierte la experta en la materia.
Inteligencia Económica: Cómo combatir estas amenazas
Por inteligencia económica entendemos la completa comprensión del entorno en el que se actúa para poder operar de una manera informada pero, sobre todo, alineada al comportamiento concreto de nuestro mercado. Para ello, los expertos trabajan con prospectiva. Es decir, analizando en profundidad los movimientos del presente para valorar escenarios de lo que pueda pasar en el futuro para poder diseñar un Plan Estratégico para cada escenario y poder dar una respuesta adecuada con el fin de seguir haciendo viable un negocio.
Sobre todo en una coyuntura como la actual, donde otros riesgos como las tecnologías emergentes, la regulación, la incertidumbre geopolítica, la inflación, cadena de suministro, o la protección de la marca y su reputación cada vez preocupan más a las compañías, resulta vital trazar planes estratégicos mediante el uso de la Inteligencia que sean fluctuantes y flexibles, como lo es el mercado, para estar alineados con esa volatilidad.
Hugo Zunzarren, Director de Inteligencia Corporativa de Grupo Paradell afirma que “tenemos interiorizado que la inteligencia se dirige al riesgo, pero también se dirige a la oportunidad, ya que gracias a ella se va a definir cuál va a ser el mejor futuro para la compañía y, de esta forma, será más probable para un CEO garantizar la cuenta de resultados. Gracias a las ventajas del uso de la Inteligencia nunca se pierde la iniciativa y permite que no haya sorpresas estratégicas. A día de hoy, perder oportunidades o llegar tarde es perder dinero y eso es inadmisible. Mantenerse en la mente del consumidor es esencial. En el momento en que dejas de ser elegible, ya no eres elegido, ya no vendes y dejas de ser competitivo”.
En definitiva, incorporar estrategias de Inteligencia Económica en la compañía puede ayudar al CEO a validar sus hipótesis, cuidar sus relaciones empresariales, detectar oportunidades antes que otro competidor y apoyar la internacionalización y el análisis estratégico. Además, podrá controlar la competencia, detectar conflictos de interés para mejorar sus posiciones negociadoras, soporte a la gestión de crisis, etc.
Desde Grupo Paradell ayudamos a las empresas a transformar los riesgos en oportunidades, pues ninguna organización está preparada 100% para enfrentar los retos que vienen y vendrán, porque todas tienen puntos fuertes y también débiles. “Es muy importante encontrar partners que nos refuercen las debilidades que tenemos como empresa y, juntos, llegar hasta donde, por nosotros mismos, no hubiéramos sido capaces”, afirman los expertos.
No lo olvide: “Una meta sin un plan es solo un deseo”.