La conducta es la manera que tiene de comportarse una persona en una situación determinada o, en general, en diferentes ámbitos de su vida. Este término, en definitiva, puede considerarse un sinónimo de la palabra “comportamiento”.
Para la psicología, el concepto “conducta” solo se utiliza en relación a aquellos animales que disponen de capacidades cognitivas avanzadas. En ciencias sociales, por otra parte, la conducta incluye factores propios de la genética, la cultura, la sociedad, la psicología y hasta en la economía. Podría decirse que en la conducta entran en juego las actividades del cuerpo (como hablar o caminar) y de la mente (pensar), pero obtienen una gran relevancia aquellas que se desarrollan para interactuar con otras personas. En definitiva, podemos decir que si la persona respeta aquellas reglas que, en el marco de una comunidad, se consideran aceptables o valiosas, se dirá que tiene una conducta formal.
A lo largo de la historia la conducta humana ha despertado un grandísimo interés porque precisamente su análisis ha permitido establecer por qué a veces actuamos “bien” o actuamos “mal”. En nuestro país los especialistas en análisis de la conducta han creado un nuevo marco teórico, el Análisis de Conducta en Medicina, que tiene como objetivo abordar los desafíos que la evaluación de la incapacidad y la medicina pericial afrontan en su práctica clínica diaria. Mediante un enfoque con base científica interdisciplinar y flexible pero sistemático en su aplicación, el Sistema de Análisis de Validez en la Evaluación (SAVE) está diseñado para incorporar una amplia gama de métodos, técnicas y habilidades útiles, tomadas de diferentes fuentes (psicología forense, criminología, derecho sanitario, detección del engaño y el fraude, etc).
La buena noticia es que estos conocimientos y habilidades se pueden aprender y entrenar, todos ellos han sido probados científicamente y cuentan con un amplio número de referencias publicadas para profundizar en cada tema.
En Grupo Paradell consideramos que el análisis de la conducta es una herramienta esencial y muy útil en la lucha contra el fraude porque permite detectar patrones de comportamiento que, cuando hablamos de engaño, se reproducen en todas las culturas y en todos los niveles socioeconómicos de la misma manera, por lo que contar con esta técnica puede incluso ayudarnos a ganar la batalla antes de que se produzca.
